17 de febrero a la(s) 22:16 De pronto se escondió el sol, lloviznó, oscurecíó, apareció un Norte duro como una blasfemia y comenzó la diversión. Subí olazas bien amurado evitando dar tripazos hasta que la tripulación se amotinó y el Patrón se hizo cargo del timón para volver a puerto. Decían que el barco se iba de banda. Me fui a mi camarote con un ataque de vergüenza y escorbuto. Que humillación.
lunes, 23 de febrero de 2015
17 de febrero a la(s) 22:16 De pronto se escondió el sol, lloviznó, oscurecíó, apareció un Norte duro como una blasfemia y comenzó la diversión. Subí olazas bien amurado evitando dar tripazos hasta que la tripulación se amotinó y el Patrón se hizo cargo del timón para volver a puerto. Decían que el barco se iba de banda. Me fui a mi camarote con un ataque de vergüenza y escorbuto. Que humillación.
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